Esta mañana, en rueda de prensa, el presidente del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Enrique Cabrero Mendoza, presentó algunos puntos de la reforma que entregó el jefe del Ejecutivo federal a la Cámara alta, y con la que supuestamente se blindaría de los “vaivenes políticos de cada sexenio” la política pública en la materia. Según explicó el titular del organismo público, la iniciativa de reforma –que abrogaría la Ley Orgánica del Conacyt– tiene como principal objetivo lograr “una visión a largo plazo” que permita diseñar estrategias con una temporalidad de 20 y hasta 30 años.
“Hay sectores de la ciencia y la tecnología a los que no es suficiente un periodo de seis años. Estamos apostando a un compromiso de país y política de Estado más allá del gobierno en turno”, justificó.
“Ante las sospechas que podría levantar”, Cabrero Mendoza dijo que la iniciativa también prevé un Programa Especial de mediano plazo, éste con una duración de cinco años, que permitirá en cada sexenio “enfatizar aquellas partes que se consideren más urgentes”.
Otro punto que se destacó de la propuesta es el planteamiento de creación de un Consejo de Asesores Científicos y Tecnológicos de la Presidencia –integrado por 20 científicos y tecnólogos designados por el director general del Conacyt– que ofrecerá asesoría científica directa al jefe del Ejecutivo federal.
Además, se dan facultades para que el actual Foro Consultivo Tecnológico apoye con consulta permanente en la materia a los tres poderes de gobierno de todas las entidades federativas.
Otro punto a consideración es que se reestructurarán los cinco fondos de ciencia y tecnología del Conacyt –el institucional, el multisectorial, el mixto, de investigación científica y desarrollo tecnológico, y en materia energética– en un único fondo multisectorial con subcuentas.
El titular del Conacyt aseguró que se están dando atribuciones al organismo de las que carecía para fortalecer sus tareas y actividades.
Ante preguntas de reporteros sobre por qué proponer el cambio al final del sexenio, Cabrero Mendoza justificó que “plantearla al inicio o a la mitad del sexenio era un momento difícil. El mejor contexto para pensar este país a futuro es justamente el último año”.
Finalmente dijo ver una “simpatía” de senadores y diputados para aprobar la propuesta de reforma. “Hay una convicción para darle a este país una visión muy diferente”.
Por otro lado, dijo que los acuerdos que el Conacyt mantiene con universidades, institutos y centros de investigación “no están en riesgo” tras la orden de Peña de evaluar los mecanismos de cooperación con el gobierno de Estados Unidos.
“No formamos parte de la propuesta de revisar los acuerdos que tenemos con universidades, centros de investigación, todos en beneficio de los propios estudiantes”, aseguró.
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